domingo, 11 de octubre de 2020

MÁQUINAS, CÁRCELES DEL ALMA

 
*    *    *
 
Las máquinas no son vida, 
Las máquinas avasallan, 
Las máquinas esclavizan,
Las máquinas no amán. 
 
Vida, vida sin expansión,
Vida en regresión,
Vida, vida sin Luz,
Vida sin libertad, vida apagada,
 
Ánima sin vida agoniza en el alba,
Desiertos del eterno sumergidos en alfa,
Omega esperando un final sin esperanza,
Marasmo de espíritus en una combustión aciaga.
 
Las cárceles son cárceles, estando “iluminadas”,
Es preferible la “oscuridad” de la caverna,
Una gruta de pensamiento y de velas desvencijadas,
De espíritus libres; en escaleras empinadas.
 
Es preciso desaparecer para volver a renacer,
Reverdecer en un amanecer sin máquinas,
A lo sumo apagadas o levemente desconectadas,
Encendidas lo justo, pero no sin pausa.
 
Una existencia plena no necesita de artilugios ni zarandajas,
Una presencia sana es transitar con las manos livianas,
Una voluntad henchida es disfrutar de la vida, en paz y en calma,
Jubileo de hálitos, libres de artificios, oteando el mañana.
 
Cárceles de la esencia; máquinas aciagas,
Máquinas sin vida; máquinas sin entrañas,
Máquinas liberticidas, desde Madagascar a Tegucigalpa,
Liberalismo maquinal, sin corazón y sin alma.
 
Las máquinas no son vida,
Las máquinas no escuchan,
Las máquinas no abrazan,
Las máquinas no aman.
 
 
Santiago Peña
 
 
*    *    *