sábado, 9 de abril de 2022

DEBILIDAD DEL ALMA


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Debilidad del Alma;
Enfermedad del Espíritu;
PERSONA débil, prisionera;
Prisionera de sí misma.

Rehén de su Alma;
De su Alma mezquina;
De su torpe Alma;
De su Alma reducida.

De un Alma vacía;
De un Alma sin ímpetu;
De un Alma sin savia;
De un Alma mortecina.

Un Alma sin Luz;
Un Alma sin espita;
Un Alma cegada;
Un Alma sin Vida.

Voluntades desoladas, confundidas;
Sombras solitarias, compartiendo el bullicio;
Soledades estafadas, en permanente sacrificio.
¿Maltrechas? ¡No, sin vida!

Murió, cuando creció;
Agonizó, no se enteró;
Pasó, se esfumó;
Enterrada, no vivió.

Ha pasado un siglo;
Hálito renacido;
Recorriendo eones diversos;
Recolectando vivencias escindidas.

Curación del Alma, de Alma infinita;
Liberada de corsés indefinidos;
PERSONA robusta y redimida;
De cintos modernos y exiguos.

Fortaleza de la PERSONA;
Peregrina, sin desmallo, de la transversalidad;
Atea indómita en una indestructible espiritualidad,
Fruto inmortal de la Verdad, Una y Universal.

Alma, Imperecedera;
Alma, en Esencia;
Alma, en su Pureza;
Alma, en su Luz.


Santiago Peña


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